La zanfona y el Camino de Santiago es una idea original de Germán Díaz
—para contar en músicas la relación inseparable del Camino de Santiago con la zanfona—
Germán Díaz_zanfona, voz e instrumentos mecánicos
David J. Herrington_trompeta.
Audio_José Trincado
Diseño gráfico_Fernando Fuentes.
Vídeo_Animaxes.
La zanfona es uno de los instrumentos que más representaciones tiene a lo largo de las diferentes rutas que dibujan la peregrinación hacia Santiago.
Lo realmente sorprendente de la organología del instrumento, es que, después de sus más de mil años de historia, siga siendo prácticamente el mismo artefacto el que se usa hoy en día para la música contemporánea y el que se utilizó en el siglo XII para acompañar los cantos litúrgicos.
La zanfona vivió un periodo de esplendor en la baja edad media y en el papel de la música en el Camino; muchas de las representaciones del organistrum –apelación que damos al antecesor de la zanfona-, lo sitúan en el lugar principal de la arquivolta de músicos que rodean al pantocrator.
Aunque en el siglo XVIII, con el afán barroco por lo extravagante, se convirtió en instrumento de corte, y la propia reina María Leszczynska intentaba su práctica, la zanfona fue instrumento de ciegos y mendigos, que usaban ese bordón continuo como base para acompañar romances y narrar historias.
Así volvió a la península, a través de la Ruta Jacobea, con las historias y las aleluyas de los ciegos copleros.